Yoga Infantil
El yoga constituye una valiosa herramienta para el desarrollo del autoconocimiento físico y emocional de los niños desde la etapa de educación infantil en adelante, pues les enseña a conocer y utilizar sus propios recursos internos para hacer frente a las situaciones cotidianas de la vida de una forma más autónoma y libre, al tiempo que favorece su desarrollo cognitivo en los procesos de enseñanza-aprendizaje, pues actúa positivamente en el desarrollo de habilidades como la atención, la concentración y la creatividad.
Las clases de yoga para niños se estructuran de una forma abierta y flexible, de manera muy distinta a las clases de yoga para adultos.
En cada sesión se desarrolla una parte de práctica física (posturas y ejercicios de coordinación), de ejercicios de respiración, de pensamientos positivos para equilibrar las emociones, relajaciones y ejercicios de concentración, y de preparación para la meditación. Todo ello de una forma lúdica y estimulante, a través de juegos con música o visualizaciones con cuentos, y envuelto en una temática determinada que permita trabajar e interiorizar las experiencias vividas en ella (los sentidos, las emociones, los animales, los viajes, etc).
También la comunicación es un aspecto importante. Dedicar un tiempo a hablar, a intercambiar experiencias, sentimientos, a hacer preguntas, a verbalizar las emociones para poderlas reconocer y aceptar, tanto las propias como las de los demás, resulta esencial para la evolución y crecimiento personal del niño.
En el plano físico, el yoga favorece en los niños la fuerza, resistencia, coordinación, flexibilidad en músculos y articulaciones, el equilibrio, conciencia corporal y postural y la capacidad respiratoria.
En el plano psíquico desarrolla la atención, la concentración y la creatividad, así como la capacidad de relajación y calma.
En el plano emocional proporciona bienestar interior, seguridad y autoestima, aceptación de sí mismo y de los demás, actitud positiva, sociabilidad, canalización de las emociones...